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jueves, junio 09, 2005

Kapanga en Obras

Finalmente sucedió: los de Quilmes llegaron a Obras. La idea ya se barajaba desde finales del pasado año y se esperaba que para marzo de este 2005 el “templo del rock” recibiría a toda la familia kapanguera. Pero no pudo ser. La fecha se fue postergando por razones varias, hasta este 4 de junio, en el que un estadio lleno coreó, saltó y traspiró todas las canciones de un show que duró alrededor de dos horas.

Todo arrancó cerca de las 21:30 con una placa roja de Cronica (con su correspondiente música) que decía “Ultimo momento: Se separó Kapanga. Ampliaremos”. Acto seguido arrancarían con “Desesperado”, mientras algunos sobre la Avenida Libertador corrían al escuchar a la banda tocando. Con la banda vestida de camisa y moñito (muy de bar de gallegos mas que de etiqueta) excepto el Mono, quien lucía una especie de traje de lucha libre.

Durante todo el show se fueron alternando los temas mas viejos, con los del mas reciente ¡Esta! Y ahí se pudo ver como a pesar de haber evolucionado en su sonido y en su forma de mezclar ritmos (ya pasaron de hacer 7 estilos en una cancion a hacer temas enteros con el mismo), todo eso sin provocar fisuras en un set list que dio lugar para el pogo y para la emoción. Emoción que se notaba en las palabras del Mono entre tema y tema cuando agradecía.Después del obligatorio “Kapanga”, llegarían “Los ojos”, “Bisabuelo”, “Cecator, el borracho” y “Bailarín asesino”, los que levantaron la temperatura del lugar. “Mate a mi madre” fue una joyita que los viejos fans supieron disfrutar -sobre todo Pato de Berisso, integrante de los TyT (grupo de seguidores) quien fue el primer invitado de la noche- antes de que el mas reciente “Rock” sonara.

Imágenes psicodélicas bajaban desde las pantallas y una música climática precedió a “Rompecabezas”. Luego llegaría “Ramón/Caballero Rojo”, donde las gargantas no dieron abasto para cantar.“La taberna”, con Junior de La 25, inauguraría un bloque en el que no faltarían invitados. Tras el primer corte de “¡Esta!”, “Desearía”, se produjo la “irrupción” de Walter Meza de Horcas, quien los acusó de caretas en un sketch que hicieron antes de tocar el potente “Angus Young”. “Buscar” y “Demasiado”, lamentablemente sin Ricardo Mollo (según el Mono estaba en Rusia) precedieron a “Fumar”, con los Karamelo Santo en el escenario.

“Prepárense para ver uno de esos momentos que se dan una sola vez en la vida” arengaba el Mono para presentar a Mimi Maura quien, tal cual sucede en el último disco, le puso su voz a “El beso del adiós”. A pesar de que mostró no saberse muy bien la letra, fue un muy lindo momento. Igual de emotivo fue el siguiente invitado, bastante esperado por cierto. Andrés Ciro Martinez de Los Piojos cantó “Postal” junto a Kapanga, y luego permaneció para (tal cual lo anunció una nueva placa roja “Inminente lluvia de alfajores”) arrojar a la gente 1200 Fulbito durante “El loco”.“Carrito de rulemanes”, “Cucha (con fragmentos de canciones de su primer disco)”, “Locos”, fueron un oasis para los fans más antiguos, esos que les gritaban “putos” en sus recitales.

Después de eso, aparecería la banda vestida con togas y harían una especie de coro (¿ironía para Arbol?) antes de la seguidilla final de canciones.“Remolino”, “Me mata”, “En el camino” y “El universal” agotaron las ultimas energías que le quedaban a los presentes, antes de que “El mono relojero” diera por concluido este primer Obras de los de Quilmes. Obviamente luego de esto llegaría el “Kapanga”, con el que se fueron del escenario.

Lo Bueno: La fiesta que se vivió tanto arriba como abajo del escenario.
Lo Malo: Los precios de las entradas que debemos sufrir after Cromañon, lo que impidió que muchos puedan ir.