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lunes, junio 27, 2005

CARAJO en el ND/Ateneo

Rotos pero felices

El pasado viernes CARAJO se presentó en el ND/Ateneo con un recital especialmente preparado para la ocasión titulado “Electrorroto Acustizado 2.1”, en el que versionaron, y muy bien, canciones propias y ajenas. En dos funciones a sala llena hubo folclore, reggae, batucada, música disco y mucha actitud

La esquina de Paraguay y Suipacha se vio invadida alrededor de las ocho de la noche por muchos chicos que se aprestaban a dejar la adrenalina y el pogo de lado, para disfrutar de un show que resultaba extraño desde su planteo y de su nacimiento. El accidente sufrido por el baterista Andres Vilanova meses atrás, habia dejado al grupo sin poder realizar una extensa gira que desembocaría en el debut del power trío en el estadio de Obras.

Pero todo tiene su razón de ser en este mundo y la realización del “Electrorroto Acustizado 2.1” es una prueba de ello. Los motivos quedaron en segundo orden cuando la gente pudo aprovechar de tan distintas versiones de los temas de la banda, así como versiones de artistas, algunas un tanto previsibles, como la de Ramones y otras no tanto, como la de The Police.

Pero no nos adelantemos. Todo arrancó pasadas las 21 horas, cuando delante de un telón negro el grupo realizó una exquisita versión de “El error”, ante un silencio respetuoso de la audiencia, que solo atinaba a un producir un tibio murmullo y palmas. Luego fue el turno de “Salvaje”, cantada por Tery, ya corrido el telón y dejando ver todo el escenario y a los primeros de una extensa lista de invitados. Así fue como a los costados del “Niño” Andres, estaban Silvina en otra batería y Andrea Alvarez en la percusión. Delante se ubicaban Corvata, Langer, Marcelo en teclados y Alejandro Vasquez, productor de “Atrapasueños” en guitarra.

Acto seguido llegarían las primeras versiones: “Poison heart” de los Ramones y “Message in a bottle” de The Police. Los tonos reggaes (sonó por allí alguna reminiscencia al “I shoot the sheriff” del gran Bob) vendrían luego con “La fuerza original”, cuando se sumaron los vientos de Rey Guru y Nancy (“Mamá Mota”) en coros. Entre “Fluir” e “Ironía”, Corvata agradeció a la gente preguntandoles si estaban cómodos y alegando que se merecían el lugar porque “Nos han venido a ver a cada lugar...”. Durante la interpretación de cada canción se iban viendo en la pantalla ubicada detrás de “las” baterías distintas imágenes, algunas alusivas y otras no tanto.

El clima fue bajando con “El llanto espiritual” y “De frente al mar”, mientras la gente de seguridad del lugar se preocupaba de cosas tan importantes como que nadie estuviera parado, que no se apoyara el piecito en el asiento o cosas por el estilo. La tranquilidad sería dejada de lado cuando una bola de espejos bajo del techo y una base electrónica le dio pie a una versión discotequera de “Triste”, en la que se iban disparando samples con la frase “Dame la fuerza para seguir”. Pese a lo que uno pudiera pensar (Tery dijo que tenían miedo que no le gustara a la gente), fue mas que bien recibida por la gente, que la supo escuchar con respeto, disfrutarla y hasta empalmarla con el cantito “Pan y vino, el que no grita Carajo para que carajo (valga la redundancia, je) vino”.

El hip hop se hizo presente para “Algo en que creer”, con Corvalan rapeando, la gente con sus manos en alto y con Tery haciendo scratching con su voz en el final, cual Miguelius. Acto seguido abandonaron el escenario, para volver luego vestidos con ponchos y con criollas y bombos realizar una versión telúrica de “Estilo de vida”, con un nuevo invitado: Maikel de Kapanga, pero sin Andres, que se pegó una vuelta por la sala. El nuevo grupo tomó nombre y todo “Los trasnocheros”.

“Como debería ser” fue interpretada solo por Tery, Corvata y Marcelo, pero luego, sobre el final, se sumaron los tres percusionistas para hacer “Atrapasueños”, el escenario se llenó y con los vientos de Rey Gurú hicieron una versión “ala” brasilera de la canción. Llegaría a continuación el tercer cover de la noche, aunque esta vez más local: “No tan distintos” de Sumo, para la cual volvio Maikel, se sumó Andrea Alvarez, el saxo y Nancy en coros. Siguiendo con el reggae, hicieron “El vago” en ese estilo y realmente fue muy bien lograda y si uno evitaba ver las remeras de la banda, podía pensar que se encontraba viendo una de las mejores bandas del genero.

Luego de los merecidos aplausos, se retiran para volver luego con Nicolas de Viticus en la viola. Corvalan y Tery abandonaron las sillas que usaron en todo el set y se despacharon con una versión rocanrolera de “Que tienes para dar”, en la que mecharon luego algunos fragmentos de “Mucho por hacer”, “Susy Cadillac” y “Ruta 66”, en un mini homenaje al Carpo, que mereció la primera ovación de parado de parte de la gente. El telón se volvió a cerrar y delante de él Marcelo, Teri y Nicolas hicieron, siguiendo con el rocanrol, “De hoy no pasa”.

El final llegó con tambores. Descubierto una vez más el telón, la intro de “Matador” de Los Fabulosos Cadillacs se iba mixando con “Sacate la mierda” y mientras la gente se paraba de sus asientos para bailar (la cara de fastidio de algunos de los señores de seguridad era impagable) el grupo se despedía. Abrazo grupal y agradecimientos a la “familia y los invitados” fueron el cierre de una noche que no terminaría allí, ya que minutos después, y con público renovado, habría una nueva función.

En los camarines había muy buen humor y alegría por un escelente show, a pesar de que se extendió más de lo pensado. La palabra de Andres cayó como anillo al dedo para explicar las extrañas versiones del recital “la verdad que estabamos re cagados, pero fue increible, a la gente le gustó y estuvo bueno”. Nada más que agregar.