80 aniversario de Radio Mitre

Que los cumplas feliz...

-El viernes Radio Mitre festejó sus 80 años. -¿Y a mí qué?. -Es que para celebrar eso decidieron instalar un camión con estudios en el obelisco y transmitir desde allí. -¿Y a mí qué?. -Instalaron un escenario por donde pasaron varios artistas. -¿Y a mí qué?. -Es que tocaron varios ligados al rock como por ejemplo, Los Pericos. -Ahhhh! Boludo, hubieras empezado por ahí.

Viernes 9 AM. Estaba leyendo el diario en la puerta del aula 9 de la facultad, esperando en vano a un profesor que no fue debido al paro de la Conadu, cuando ví un aviso que me llamó la atención. Era una pagina entera que anunciaba que Radio Mitre transmitiría todo el día desde el Obelisco y con shows de: “Los Pericos, La Mosca, Vale Tango, Jorge Navarro, Billy Caffaro, Mario Clavel, Kevin Johansen y muchas sorpresas más”. Creo que fue la única vez que me enteraba de un recital con bandas sorpresa y no pensaba automáticamente en La Renga. En fin, no hay nada mas certero para saber algo sobre una banda que hablar con ellos, o en su defecto con sus fanáticos, así que previo paso por el guestbook de Pericos para saber a que hora tocaban, me dirigí al obelisco.

Por suerte tocaban al mediodía, así que la espera no sería tanta. Igualmente tocaron solo algunos temas. “Nada que perder” sonaría en la prueba de sonido y luego, ya el recital en si comenzaría con “Planeta de mentiras”. Siguieron “Runaway”, “Fácil de engañar” y el final fue con “Casi nunca lo ves”. La banda suena muy bien, quizás un poco menos aguerrida que en los primero shows post Bahiano, pero aún rockean. Mucho tampoco se podía pedir, ya que la audiencia estaba compuesta en un 70% por gente que ya había pasado largamente los 60 años, un 20% de cadetes/mensajeros/oficinistas salidos a almorzar/curiosos, un 5% de gente que vive en la calle y el 5% restante por fans de la banda. Aviso que la concurrencia no superaba las 200 personas.

Consulte la grilla de bandas y descartando las cosas que no me importaban (ah! Antes de Los Pericos cantó Billy Caffaro una canción de la que no se el nombre, pero dice algo como “piti, piti piti, mi amor...”) me enteré que a las seis y media tocaba Kevin Johansen y a las siete y media La Mosca. Nada podía salir mal. A las cinco de la tarde tenía la conferencia de prensa de Amparanoia, así que solo tenía que hacer tiempo dos horitas, y luego si me apuraba llegaba a volver al obelisco para Kevin y la Mosca y de ahí al barrio a ver a La Portuaria (solo porque era gratis y de sentado) y a Zoo2, un excelente tributo a U2. Pero el destino se empecina en hacerme mierda, así que cuando ya había hecho bastante tiempo y me disponía en breve a ir a la conferencia, un mail llega avisando de su cancelación. Cuatro de la tarde en microcentro sin nada que hacer, bah, si, comer algo. Ugi´s proporcionó la pizza y un chino la cerveza para poder almorzar.

Volví al obelisco para ver que onda y allí me cruce a... Amparanoia, quienes habían suspendido la conferencia, en fin. Toleré la espera porque cuando fui a chequear mails me avisaron que nadie podía ir a cubrir Los Cafres, así que tuve que tapar ese bache para www.elacople.com (en breve la nota allí y luego estará, en otra versión, acá). Kevin Johansen tocó dentro del camión y no en el escenario, algunas canciones de su placa “City Zen”, como “Guacamole”, dentro del programa de Jorge Guinzburg, que como cierre tendría a la banda de Ramallo.

La Mosca salió a tocar, comenzando con la intro de “Crua Chan” de Sumo, a la que le pegaron “Yo te quiero dar”. Luego de un mini “Feliz cumpleaños” dedicado a la radio, siguieron “Cha cha cha” y “Esta noche me emborracho”. Tanda de por medio, llegarían “Baila para mí” (con algún fraseo de The Police), “Te quiero comer la boca”, “Todos tenemos un amor” y “Para no verte más”, antes del cierre con “Hoy estoy mejor que ayer”, mezclada con muchas canciones de esas que logran trencitos en los casamientos, pero de gente de más de 40.

Mientras observaba de reojo el reloj ubicado sobre Pellegrini ya que a las 20:15 debía estar en el Luna Park para ver a Los Cafres, iba concluyendo el recital de una banda a la que le sobra “vivo” y carisma. Quizás ya no sean aquellos muchachos del interior que hacían covers de Sumo y Cadillacs y rockeaban en Cemento, pero siguen siendo buenos, aunque dudo que los vaya a ver si los astros no coinciden en que tengo que ir.

Un extenso show de sets cortitos. Algo raro, pero me sirvió para pasar un viernes que no salió tan redondo como uno hubiera querido. Uh! Como extraño a los Redondos...

Aníbal Levaggi