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sábado, agosto 27, 2005

Juana La Loca en Peteco´s

Pasión de sábado... a la noche



Hay tres cosas tremendas que te pueden suceder en el fin de semana: no poder salir por alguna razón de fuerza mayor, no tener adonde ir o tener muchas cosas para hacer, lo que hace que estés hasta último momento pensando que vas a hacer y craneando cual te conviene más. Esto se complica si le sumamos una indecisión crónica.



Así fue como el sábado estuve toda la tarde pensando en que era lo que iba a hacer. Por un lado tenía a Sancamaleón, Borregos Border y otros a beneficio en Monte Grande, pero no fui allí porque era demasiado lejos de la estación (era casi El Jaguel) y no había ningún bondi que llevara hasta el lugar. En segundo lugar estaba el recital de los Decadentes en La Trastienda, al que no concurrí ya que había que pagar. En El Condado estaban Tristemente Celebres y Karkaman y podía entrar gratis, pero no me terminó de convencer. En La Vaca Profana tocaban los cordobeses de Los Cocineros y la entrada era barata, pero tener que moverme hasta el centro (de un tiempo a esta parte evitó ir por la noche hasta allí) no me terminaba de cerrar.



Así fue como termine optando por ver a Juana La Loca, banda a la que hacía mucho que no veía debido a que dejaron los escenarios para grabar Casablanca, en Peteco´s (a esta altura, casi mi segundo hogar). Por si les interesa -lo dudo- luego de escuchar a la banda de Rodrigo Martín termine con amig@s en Pellegrini, un bar medio careta en el que pasan música electrónica (aunque con un audio bastante bajo), pero la cerveza es barata (igualmente me “hicieron” pasar la noche tomando speed con vodka) y hay muy lindas mujeres.



El show de Juana La Loca estaba anunciado a las 20hs, y en Peteco´s los sábados en ese horario se realiza M – 15, o sea la matinée. Luego de atravesar a todos los pre púberes, llegamos a la pista del fondo donde se realizaría el show. Lamentablemente al ser para todas las edades, no se expendían bebidas alcohólicas en el lugar, por lo que nos tuvimos que arreglar con unas latas de Speed (no soy muy amante, pero entre eso y una lata de 7 Up, la prefiero). Esperamos un rato largo, hasta que alrededor de las nueve de la noche y tras una breve intro grabada, salieron a escena con “Resurrección”, con Rodrigo con la cara pintada y, como contaría el mismo luego, con el cierre de su pantalón roto.



Ya al segundo tema comenzó el “Rodrigo Martín Show”, con el cantante saltando hacía la audiencia y terminando la canción entre ellos, revoleando el micrófono y pegándole de tanto en tanto a la bata o simplemente arengando a la gente. Los temas fueron pasando y entre las canciones de su “Casablanca” se iban asomando también algunas más viejas. Sonaron “Perdí la fe”, “Cupido”, “Vida modelo” y “Agujeros negros”. En algunas canciones no se escuchaba la voz, pero raramente si se la escuchaba en los estribillos, lo que hizo dudar sobre si el mic no le andaba bien o si era el propio Martín quien no cantaba.



La gente cantaba “baila la hinchada baila, baila de corazón, somos de Juana, Juana La Loca, cumbia villera no” y le demostraba su cariño a la banda y eso fue respondido con un “Yo también los quiero, mucho mas que a mi”. Siguió todo con el hit “Dame pasión”, “Carmesí” y otros más, hasta que con “Viernes a la noche” se fueron del escenario, para volver minutos después con “Autoejecución” y un adelanto de lo que será la próxima placa de la banda (no terminaron de presentar una y ya están tocando temas de la que se viene, je). “Espirales” marcó el final cuando había pasado alrededor de una hora y media del comienzo.



Una banda que la rockea más allá de lo que es la música (en el mismo boliche he visto como lo han tenido que sacar en andas a uno de sus integrantes debido a su “estado”), pero que sin embargo es demasiado poco valorada e incluso subestimada por muchos. Casi veinte canciones, hora y media de recital, chicas bonitas y mucho calor a pesar de la baja temperatura reinante en la ciudad. Nada más que pedir.



Aníbal Levaggi